Una pista de pádel debe tener 10 metros de ancho y 20 metros de largo. Las dos mitades de la cancha deben ser perfectamente simétricas en tamaño y disposición de las líneas.
El grosor de las líneas es de 5 cm y casi siempre es de color blanco para que sean completamente visibles en el campo. Hay una distancia de tres metros entre la pared y la línea de servicio, y siete metros desde la línea de servicio hasta la red.
El área entre la red y la línea de servicio está dividida por una línea perpendicular, llamada servicio central, y divide esta área en dos partes iguales. Esta línea central es unos 20 cm más larga que la línea de servicio.
La cancha está rodeada por cuatro paredes con una altura mínima de 3 metros cada una.
La pared trasera debe tener al menos cuatro metros de altura y puede ser de cualquier material transparente u opaco (vidrio, cemento, etc.). Además, la normativa permite que los tres primeros metros sean de uno de los materiales mencionados anteriormente y el último sea una valla metálica.
La red de pádel tiene una longitud de 10 metros y una altura en el centro de 0,88 metros, aumentando en los extremos 0,92 metros. Está suspendido por un cable, cuyos extremos están fijados a dos postes laterales con una altura máxima de 1,05 metros.
Se pueden utilizar tres materiales para el suelo de una pista de pádel: césped sintético, cemento o moqueta. Lo ideal sería el césped, con la correspondiente arena, facilitando los movimientos del jugador.
En cuanto al color, el reglamento permite el uso de tres colores: verde, azul u ocre. El color del piso negro es solo para instalación en interiores.
La entrada a la pista puede ser por ambos lados, a la altura de la parrilla, o, por un lado, de la pista. El tamaño de los agujeros debe ser:
Finalmente, la luz. Todas las pistas de pádel deberán estar equipadas con cuatro focos, situados en el exterior de la pista y tener una altura mínima de seis metros.